8 acciones clave en el reto europeo de la digitalización de la Pyme

La necesidad de resistir ha llevado a las empresas españolas a enfrentarse a una digitalización urgente y a someterse a fuertes cambios organizacionales y de adaptación a una mentalidad mucho más tecnológica que hace tan solo año y medio. Una digitalización que las hace más productivas, coste-eficientes, innovadoras y competitivas, clave para salir de la situación en la que se encuentran.

Las empresas de menos de 50 trabajadores, micropymes y autónomos suman el 98,9% del total de las empresas y el 49,58% del empleo*. El peso de las Pymes es mayor en España que en el conjunto de la UE, y con un tamaño medio menor que en el resto de los países europeos. La urgencia de digitalizar a las Pymes es evidente, sin embargo, ya antes de la pandemia, solo el 14% de las Pymes contaba con un plan de digitalización o estaba en ello, según el Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión Europea.

Aunque la evolución de las empresas españolas en los principales indicadores internacionales de digitalización es positiva, según se analiza en el Plan Impulsa de Digitalización de Pymes 2021-2025, no se ha avanzado de la misma manera en la dimensión de la Integración de Tecnología Digital, situándose España en el puesto número 13 del ranking europeo. España destinará el 33% de los fondos europeos a proyectos de digitalización, algo que puede dinamizar muchos proyectos potenciales, sobre todo en un contexto de crisis económica. El sector pide transparencia informativa y accesibilidad, más centralización administrativa.

“Especialmente en el contexto actual, el apoyo desde el sector público a nivel europeo es muy necesario. Las empresas necesitan esa ayuda en su proceso de digitalización pero es importante que desde Europa exista un acercamiento real a los empresarios y se entiendan mejor sus necesidades a la hora de pensar y diseñar los fondos. Algo que se conseguirá con una mayor transparencia en lo relativo a la información sobre los fondos y un diálogo sólido entre administraciones públicas y empresas”, explica Gianni Cecchin, CEO de Verne Technology Group, compañía tecnológica especializada en telecomunicaciones y TIC.

Según Verne Group, que el mayor peso de la actividad recaiga sobre las Pymes, es algo positivo y puede ser una fortaleza en cuanto al desarrollo digital, pues son empresas con una gran capacidad de adaptación y flexibilidad. Sin embargo, el reto se encuentra en que los conocimientos, herramientas y tecnologías necesarias para la digitalización estén a su alcance. “Es un error pensar que digitalizarse es un proceso costoso al que solo pueden acceder grandes empresas”, explica Gianni. “Precisamente, la universalización de la digitalización permite que cualquier empresa pueda llevar a cabo pasos en su desarrollo digital sin grandes inversiones y es la clave para disminuir la brecha digital existente”.

Desde Verne Group hacen un repaso de cuáles son las principales herramientas y acciones que se pueden emprender con el fin de conseguir una mayor y mejor digitalización.

  1. Impulsar la oferta de “habilitadores digitales”. Es importante inspirar a las generaciones más jóvenes para que se formen en las competencias STEM. La falta de profesionales es uno de los retos más importantes actualmente para el tejido empresarial.
  2. Formación y capacitación de los trabajadores y de los equipos dentro de la empresa.De cara a sacar el máximo provecho de la innovación digital, del intercambio de información y de la colaboración transversal que acompañan al nuevo entorno digital.
  3. Propiciar el cambio de cultura y estructura organizacional. La estructura organizacional del tejido empresarial español es la clave para una buena implementación y desarrollo de la digitalización. Actualmente es una piedra en el camino, y se requiere un cambio de mentalidad, junto a una buena comunicación entre los equipos de diferentes departamentos, yendo a estructuras planas y cross funcionales.
  4. Propiciar la generación de ecosistemas innovadores. A través de la creación de entornos colaborativos, plataformas y centros de excelencia, y del fomento de la competencia colaborativa. Impulsar, además, proyectos públicos-privados en este terreno.
  5. Prestar especial atención a la digitalización del tejido productivo, especialmente en los territorios con menor nivel de desarrollo, intentando lidiar con la brecha digital.
  6. Establecer un marco normativo que ofrezca un equilibrio entre la protección de los usuarios (ciberseguridad y protección de datos) y la necesidad de avanzar en la digitalización.
  7. Fomentar la financiación de proyectos de I+D+i relacionados con la transición digital, de productos innovadores y de proyectos de internacionalización.
  8. Diálogo europeo. Los fondos europeos pueden ser el impulso clave para que el tejido empresarial de los diferentes países pueda encarar la transformación digital de una forma eficiente.

Artículo publicado en CiberSecurity News

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