Crónica de la Cata de Chocolates y derivados: Un viaje sensorial por el mundo del cacao

El pasado 9 de octubre, 25 miembros del Colegio se reunieron para participar en una Cata de chocolates y derivados impartida por el renombrado profesor Xabier Urizar, del Basque Culinary Center y de la Universidad de Alicante, con un nivel III de Cata del Institute of Chocolate and Cacao Tasting, guió a los asistentes en un recorrido educativo que prometía romper mitos y desentrañar los secretos del chocolate de calidad.

La actividad comenzó con una introducción a los hábitos de consumo del chocolate, donde Xabier abordó varios mitos populares, como la idea de que todos los chocolates son iguales. “El chocolate no es solo un producto, es una experiencia”, comentó, mientras mostraba diferentes tabletas de chocolate de diversas procedencias: Madagascar, Brasil, Vietnam, entre otros. La cata Bean to Bar, como se conoce este proceso, permite al consumidor apreciar el viaje del cacao desde la semilla hasta el producto final, resaltando la importancia de cada etapa en el desarrollo de sabores y aromas.

El ambiente de la cata fue genial, amigable y entrañable, creando un espacio propicio para el aprendizaje y la degustación. Los participantes tuvieron la oportunidad de catar chocolates y derivados, aprendiendo metodologías de cata que van más allá de simplemente degustar. “Catar chocolate es un arte”, enfatizó Xabier. “Se trata de una experiencia sensorial que involucra el olfato, la vista y, por supuesto, el gusto. Se trata de identificar las sutilezas que cada origen ofrece”.

Durante las dos horas de la cata, los asistentes se sumergieron en el fascinante mundo del cacao, explorando orígenes, fincas y técnicas de cata, también presentó chocolates que carecen de ingredientes artificiales, resaltando cómo los mejores cacaos del mundo pueden desarrollar sabores complejos de forma natural si se cuidan adecuadamente en cada fase de producción. “Este es un chocolate que se cata y no se engulle”, aseguró, subrayando la experiencia única que ofrece el chocolate de especialidad.

La cata no solo fue una experiencia deliciosa, sino también una lección valiosa sobre el valor añadido del chocolate. Al finalizar, los Miembros del Colegio se marcharon con nuevos conocimientos y una sonrisa en el rostro, dispuestos a compartir lo aprendido y, sin duda, a disfrutar del chocolate de una manera completamente nueva. La velada no solo rompió moldes, sino que también abrió la puerta a un mayor aprecio por un producto que, aunque tan común en nuestras vidas, guarda un mundo de complejidades y sutilezas por descubrir.

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