Interesante artículo de nuestro compañero Antton del Campo.
<<Desde hace muchos años viendo películas de vaqueros, me extrañaba la forma en la que el jinete sujetaba a su caballo cuando lo dejaba fuera para entrar en el salón. Cogía la rienda por el extremo, y le daba una sola vuelta y cuarto alrededor del madero horizontal dispuesto para este fin sin ningún tipo de nudo. La rienda estaba atada pero no anudada.
Siempre me había parecido que, sin un buen nudo, el caballo con un pequeño tirón podría librase. Solía pensar que en las películas se les suelen pasar a menudo este tipo de detalles y que, por lo tanto, aunque no fuese lo que ocurría en la realidad, no tenía demasiada importancia, pues el director no lo tomaba en consideración.>>
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